Para nadie es un secreto que el anime está fuertemente influenciado por la cultura japonesa, por lo que no es de extrañar que hasta los eventos más desgarradores de la historia moderna se vean reflejados en su contenido.
Esto es especialmente cierto cuando hablamos de desastres naturales, un tema recurrente en el país del sol naciente, que en 2011 fue testigo de un gran terremoto de magnitud 9.0 que provocó un tsunami, seguido por el desastre nuclear en la central de Fukushima.
Seis prefecturas al noreste de Japón fueron gravemente afectadas, marcando al país y a los sobrevivientes, siendo este impulso el que llevó a muchos de ellos a plasmar el miedo, el horror y la esperanza de sobrevivir mientras permanezcan unidos, a través de medios como una forma de recordar la historia.
Gracias a este evento tenemos piezas de contenido capaz de mover el corazón de millones, que brinda la promesa de que los fallecidos no serán olvidados y que las familias afectadas no están solas siendo estás piezas de las que hablaremos hoy.
La razón detrás de la catástrofe

No podemos abordar las series que se han dedicado a plasmar está realidad sin antes conversar sobre la razón de su existencia y es que Japón se encuentra ubicado en el cinturón de fuego del Pacífico.
En esta zona se observa una gran cantidad de actividad sísmica y volcánica, por lo que desde 1707 se han registrado terremotos, tsunamis e incluso erupciones volcánicas en Japón.
Con el temor de lo que representan estás catástrofes, es que en el mundo del entretenimiento vemos obras que plasman terremotos previos al de Fukushima o incluso se adelantan al futuro como predicciones.
Un vistazo al pasado desde el anime

Si hablamos del pasado encontrarás animes como ‘Chikyuu ga Ugoita Hi’ (‘The Day the Earth Moved’), la película de Tama Productions que nos llevó al gran terremoto de Hanshin de 1995.
Los eventos tienen lugar en la ciudad de Kobe, la cual estaba muy cerca del epicentro del terremoto y sigue a una familia que busca refugio durante el incidente, cubriendo las secuelas del terremoto, ya que muchos se quedaron sin hogar y la gente arriesgó sus vidas para ayudar a otros.
Si bien no es una obra maestra de la animación, ‘Chikyuu ga Ugoita Hi’ hace un buen trabajo a la hora de relatar la tragedia que azotó al país del sol naciente.
Mirando hacia el futuro

Con un evento tan reciente, era natural que el anime se llenará de series que relatan futuros terremotos, después de todo diez años después del terremoto de Hashin, la población japonesa se vio azotada 5 sucesos de la misma índole.
Desde 2007 y hasta 2010 el mundo del anime vio series como ‘Taiyou no Mokushiroku: A Spirit of the Sun’, un especial de dos partes que se centra en lo que ocurre cuando los habitantes de Japón deben ser evacuados tras una catástrofe.
La historia nos habla sobre prepararnos para lo peor, a la par que muestra un conflicto político entre Estados Unidos y China por tomar posesión del territorio tras salvar a la población de Japón como una advertencia.
La cima en anime de desastres naturales
En esta misma categoría entra el anime más popular entre los seguidores del género y ese ‘Tokyo Magnitud 8.0’, el cual comenzó su transmisión en 2009 y nos llevó a la capital de Japón de 2012, para presenciar un gran terremoto.
Los protagonistas son dos hermanos que, separados de su familia, deben madurar en la peor de las circunstancias, en aras de mantenerse a salvo y lograr su regreso a casa.
Con tan solo un año de diferencia entre la ficción y la realidad, ‘Tokyo Magnitude 8.0’ fue una de las series que salió del aire tras el terremoto de 2011, debido a que, para ese entonces, todo suceso que recordara a la catástrofe fue censurado de la TV.
Retratando la vida real

Debido a que el terremoto de Fukushima es uno de los desastres naturales más impactantes de Japón y a lo fresco que continúa el recuerdo para la población, pocos animes se atreven a hablar directamente del evento sin una razón de peso.
Es por ello que existen cortos animados creados en su mayoría por estudios locales que se dedicaron a recopilar historias sobre el suceso y las familias que lo experimentaron para brindar una nueva luz.
En esta categoría tenemos ‘Mirai e no Tegami’ (‘Letter to the Future’) y ‘Omoi no Kakera’ (‘Fragments of Feelings’) los cuales salieron en 2016 para conmemorar el quinto aniversario del desastre.
A una década de distancia
Ahora que han pasado 10 años desde que ocurrió el terremoto, recordar a las familias se convirtió en un pensamiento secundario, ya que si lo piensas las zonas costeras solían ser de los principales puntos turísticos de Japón.
Es por ello que este mismo año proyectos de animaciones que incentivarán a la población a vacacionar y mirar con otros ojos las áreas afectadas se pusieron en marcha, con películas como ‘Hula Fulla Dance’ o ‘Misaki no Mayoiga’.
Mientras que la primera apunta al turismo de la ciudad de Iwaki, la segunda adapta el cuento infantil de Sachiko Kashiwaba, donde tres mujeres deben aprender a sobrellevar sus nuevas vidas tras el terremoto.
Inspirando el contenido
Claro que aunque no todas las series o películas actuales sobre desastres naturales hacen referencia al terremoto de 2011, los autores de las mismas han confirmado su conexión, colocando como el principal factor de su existencia en sus vivencias personales durante el suceso.
Lo vemos en ‘Your Name’, donde Makoto Shinkai retrata la desaparición de todo un poblado, tal y como ocurrió para el poblado de Yuriage en la ciudad de Natori, que tras la alerta de Tsunami solo obtuvo 30 minutos para evacuar.
La vista de Masaaki Yuasa
Shinkai no fue el único en plasmar sus emociones en la gran pantalla, Masaaki Yuasa, el hombre detrás de ‘Ride Your Wave’ desató sus temores por el futuro con una adaptación del libro ‘Japan Sinks’.
Bajo el título de ‘Japan Sinks: 2020’ Yuasa mostró cómo se vería un terremoto de gran magnitud en la actualidad, agregando un componente importante, las olimpiadas de Tokio 2020.
En este escenario la catástrofe ya no afecta únicamente a la población japonesa, ya que Tokio alberga a una gran cantidad de extranjeros que están a punto de ver cómo las crisis se sobrellevan apoyándose entre todos.