Uno de los principales escenarios que ha tenido el mundo de los videojuegos es el mundo portátil.
Desde hace años, el poder disfrutar de juegos en un dispositivo que no esté situado en una mesa y conectado a una pantalla había sido una montaña compleja de escalar. Se entregaba la calidad y jugabilidad a cambio de la movilidad y viabilidad de cada juego que tuviéramos entre manos.
Esta situación parece haberse quedado en el pasado en gran medida, gracias a la acumulación de factores que alteraron la percepción clásica del gaming para siempre, incluyendo las mejoras tecnológicas y el ensayo y error dentro del mundo de los sistemas móviles que nos han colocado a las puertas de algo renovado.
El anuncio de Steam Deck tiene a la crítica especializada y a la industria en un período de expectativa y reflexión, al ser un sistema que aspira desafiar un espacio que solo ha tenido un dominador claro desde hace 3 décadas, Nintendo.
No ha sido por falta de contendores, sino porque la marca japonesa ha logrado ser tan consistente en sus plataformas móviles que ha llegado al punto en que los rivales simplemente han bajado los brazos y rendirse en la lucha por la supremacía.
Quienes lo intentaron
Aunque los nombres propios del las consolas portátiles son 9 de cada 10 veces pertenecientes a Nintendo, hay referencias en el pasado que dan fe de que compañías han buscado dar en el clavo para este tipo de plataformas.
Piezas como la Atari Lynx o la Game Gear de Sega intentaron plantar su bandera con perspectivas y estilos diferentes a la confiable Game Boy de Nintendo entre los 80 y los 90. Buscando llegar más lejos que su rival, privilegiaron el poder y las capacidades de juego en sus sistemas, pero se llevaron un chasco gracias a la vulnerabilidad de esta plataforma, la batería.

Con una mayor demanda de energía, era menos rentable tener una Game Gear que una Game Boy, incluso si sus mejores juegos tenían un mejor desempeño, por lo que el fracaso tocó sus puertas invariablemente. En Japón, la compañía SNK puso sobre la mesa la Neo Geo Pocket, que como todos sus sistemas tuvo un nivel bajo de ventas en Occidente por su alto costo, a pesar de tener un rendimiento bastante bueno.
En su tierra natal, la Neo Geo Pocket Color compitió con la Game Boy Color entre los años 1999 y 2001, pero fue eventualmente descontinuada al tener una biblioteca muy corta de títulos.
Pero sería Sony la que lanzaría con fuerza su sombrero al ruedo, con el desarrollo de la poderosa PlayStation Portable. Un sistema que llevaría el poder de la marca de consolas caseras dominantes a las manos de los usuarios de móviles.

Su reto contra Nintendo fue bastante consistente, al pelear codo a codo con la Nintendo DS en todo el planeta y sacando ventaja en cuanto a juegos de calidad y respuesta del público. Años después, la PSP sigue siendo una referencia importante para el mundo gamer.
Su sucesora generacional, PS Vita, no tuvo tanta suerte. Coincidiendo en una lucha generacional con la Nintendo 3DS, la nueva portátil de Sony no se trajo consigo el arraigo de muchas marcas como su predecesora, quedando limitado a ser un sistema sólido en Japón sin arraigo en Occidente.
Mueren los portátiles, se alzan los móviles
Una de las situaciones que marcó una línea decisiva para el mundo de los videojuegos fue el crecimiento de las plataformas Android y iOS de teléfonos móviles y tablets, incrementando su viabilidad para presentar juegos allí.
Para la industria fue el espacio perfecto, dado que les permitió desarrollar las técnicas de monetización que trasladarían al resto de la industria en poco tiempo, pero también para explotar una plataforma altamente viable para juegos de un creciente nivel técnico.
Mientras la industria mainstream devaneaba entre consolas PlayStation y Xbox, compañías emergentes como miHoYo desarrollaron su nivel de programación al punto de saltar en pocos años de juegos como Guns GirlZ a fenómenos como Genshin Impact.

Las consolas portátiles no podían correr a la misma velocidad que una plataforma que podía ofrecer juegos y redes sociales con un par de toques, por lo que el concepto tuvo que cambiar y eso solo lo podía hacer su mayor representante.
Nintendo tomó la idea que destacaba la presentación de la Wii U y la transformó en el centro de su nuevo sistema. Nintendo Switch era por definición una consola híbrida, diseñada para jugarse en todos los ámbitos posibles sin ataduras. Redefiniendo el concepto de «consola portátil» en un mundo donde no hay espacio para ellas.
A partir de allí, Nintendo vive una era donde se sitúa en un pedestal en el que no puede compararse con sus competidores. La Switch no tiene el poder para correr al nivel de bestias tecnológicas como PC, PlayStation o Xbox, así como no va al mismo ritmo de los juegos móviles de Android y iOS, cuyos títulos y estilos son muy diferentes.
Pero esto estaría por cambiar con la llegada de Steam Deck.
La consola de Flatland

La oferta de Steam Deck es una de las mejores que se pueden concebir en el mundo gamer en este punto, al esencialmente ofrecer un método portátil para jugar títulos de PC.
Steam es para muchos la plataforma con el mejor catálogo y rendimiento del mundo de los videojuegos, al ser la principal referencia de una biblioteca digital que unifica toda clase de títulos y generaciones dentro del mercado. Por lo que un sistema de esta marca, asignado en exclusiva para correr estos juegos suena como un sueño hecho realidad.
La creencia popular es que Steam Deck va por el pedestal de Nintendo Switch, al ofrecer la experiencia de juegos de consola casera en una portátil con un mayor nivel de operatividad (en el papel) que la consola que hace click. Pero puede tratarse de algo más ambicioso, al esencialmente hacer a la Steam Deck de una manera que le permitiría un rango más amplio.

Su sistema operativo da pie a que juegos más allá del paraguas de Steam puedan llegar a este sistema, a esta mini PC. Por lo tanto, es imaginable que obras como League of Legends o Call of Duty: Warzone puedan funcionar en esta plataforma. Lo que sería un golpe de efecto capaz de alterar el futuro de la industria de videojuegos, en caso de ser viable y sostenible.
¿Debe temblar Nintendo ante la llegada de Steam Deck? Probablemente no, es muy pronto para hacer un pronóstico tan osado como declarar a un nuevo rey cuando este siquiera ha estado a la venta, pero sin duda es algo más que interesante de ver en el futuro del gaming.