Niño jugando videojuegos.

La Gambling Health Alliance, una organización establecida por la Royal Society for Public Health del Reino Unido, ha publicado un nuevo reporte sobre las cajas de botín que arroja datos preocupantes relacionados con los videojuegos que se financian a través de este tipo de microtransacciones.

El reporte llega en plena campaña por parte de la GHA de empezar a calificar las cajas de botín como juegos de azar y apuestas, lo que llevarías a las desarrolladoras de videojuegos a cambiar varias cosas en sus títulos. El gobierno del Reino Unido ha pedido más evidencias para poder recalificar las cajas de botín y el estudio provee justamente esto.

Crimen y robo por el juego

Las encuestas se hicieron solo con jugadores de entre 11 y 16 años, de los cuales al menos el 15% admitió haber robado dinero de sus padres sin permiso para comprar cajas de botín, otro 11% ha usado la tarjeta de crédito de sus padres y reconocen no avisar todo el tiempo a sus representantes.

La encuesta también reveló que el 10% ha pedido dinero que sabía que no podía pagar de vuelta, tres de los encuestados afirman que su familia se vio en problemas económicos por haber gastado tanto dinero en cajas de botín y uno admitió que ha cometido actos criminales para conseguir dinero.

Personas jugando videojuegos en grupo.

Los gastos no son contables

Los datos son bastante preocupantes y hay más: 22% de los encuestados admite haber gastado más de 100 libras (120 dólares) en cajas de botín para juegos que ya costaban su dinero por separado. Pero lo peor es que el número exacto de cuánto han gastado es imposible de determinar para muchos de estos jóvenes.

El estudio afirma que el uso de monedas virtuales (como oro, fragmentos o cristales) fomenta la confusión para que el comprador no sepa cuánto está gastando realmente. Más del 30% de los encuestados no recuerdan cuánto han gastado y luego de pensarlo calculan que gastan unas 5 libras semanales, aunque hay un 10% de estos que gasta más 20. Lo que equivale a más de 1000 libras al año en ese último caso.

Por último el 78% de los encuestados confiesa que la compra de cajas de botín no les ha hecho sentir mejor y que les ha llevado a malas experiencias. Estos mismos comentan que juegos como FIFA no tienen buenas probabilidades de conseguir un buen jugador y que para poder ser competitivos hay que pagar demasiado.

Con este reporte la Royal Society for Public Health espera probar al parlamento que medita regular o prohibir estas prácticas desde que EA y Epic Games fueron convocados a una audiencia.

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