Tres cartuchos SSD de PS5

Las memorias externas para la PS5 y la Xbox Series X son un elemento indispensable. El almacenamiento de memoria siempre ha  sido un aspecto a considerar entre PlayStation y Xbox, en todas las consolas. Desde los tiempos de la PlayStation One y su memory card de 8 MB, que era para aquel entonces imposibles de ocupar al máximo hasta los tiempos actuales de los discos SSD que buscan revolucionar a las consolas caseras.

El almacenamiento se convirtió en un problema para muchos usuarios a medida de que los juegos exigían más espacio dentro del disco duro de las consolas. Hay que recordar que los primeros juegos de PS4 y Xbox One ocupaban en el 2014 aproximadamente 30 GB de espacio. Hoy en día esa cifra es prácticamente imposible de encontrar en juegos AAA, salvo pocas excepciones como ‘Sekiro: Shadow Die Twice’.

Actualmente, los juegos rondan los 100 GB de espacio requerido dentro del disco duro de las consolas caseras. Esto puede resultar problemático para aquellos jugadores que tengan una consola con 500 GB como las primeras PS4.

Incluso, hay algunos casos de juegos que ocupan casi 200 GB como ‘Call of Duty: Modern Warfare’, es decir, casi medio disco duro de un PS4 estándar. Es por eso que se ha vuelto una necesidad tener un disco duro externo que permita ampliar el espacio de nuestra consola.

disco duro de una consola

Todo esto nos hace preguntar ¿cuál será el cambio que traerán consigo los sistemas de almacenamiento de las consolas de nueva generación? Traerá cambios positivos sin duda alguna. Los juegos se beneficiarán ya que tanto su instalación como los tiempos de carga se reducen en comparación con las actuales unidades.

El tamaño de almacenamiento en la nueva generación

Desde hace casi un año aproximadamente, tanto Sony como Microsoft confirmaron que sus nuevas consolas tendrían unidades sólidas de almacenamiento llamadas SSD. Estas tarjetas permitirán un notorio aumento en la velocidad de lectura de los videojuegos. Sin embargo su integración en las consolas no es tarea sencilla.

En el caso de la Xbox Series X/S, los usuarios deberán comprar una tarjeta SSD exclusiva para esta consola. Como es de suponer, tiene un costo elevado que ronda los 220 dólares y están a la venta en Seagate exclusivamente. Y, aunque para los gamers que deseen mayor velocidad en la navegación con los títulos sea una excelente inversión, no todos tendrán acceso a ella.

Estas tarjetas tendrán un tamaño de 1TB y podrán ayudar a mejorar la experiencia en videojuegos antiguos. Xbox Series X/S permitirá la utilización de discos externos, sin embargo, los juegos no podrán correr en ellos.

Disco duro en Xbox Series X

Sony también está a la vanguardia en este tema y en el caso de su PS5 esta podrá expandir su almacenamiento con otras tarjetas SSD. Su disco duro interno tendrá 825 GB  lo que permitirá cargar 500 GB de datos por segundo. Pero existe un gran problema y es que si gastas ese espacio deberán recurrir a una unidad extra.

Esto requerirá que la compatibilidad de la unidad extra con la tarjeta SSD instalada debe ser absoluta. Esto significa que debe tener las mismas características y esto la hace, además de costosa, limitada, ya que no abundan en el mercado. Pero eso no es todo, ya que la unidad de SSD deberá encajar a la perfección con el espacio disponible en la PS5 para tal fin.

Aunque todo son contratiempos, pues la tecnología avanza a pasos agigantados. El ingeniero de la PS5, Mark Cerny, comentó que esperaban que a finales de 2020 ya estén en el mercado unidades compatibles con las SSD de la PS5. Esto quiere decir que tendrán SSD NVMe con PCle 4.0 con velocidades de 7 GB/s.

No obstante, antes que llegue la unidad de SSD perfecta para la PS5, el equipo de Sony estudia cada SSD que sale al mercado y prueba su compatibilidad con la consola. Estas pruebas permiten que los usuarios accedan a una expansión de almacenamiento lo más pronto posible.

Un alto rendimiento para ambas consolas

Tanto la PS5 como la Xbox Series X/S tendrán unidades de SSD que utilizarán NVME. Ambas alcanzarán velocidades de lectura de 2.000 MB/s y 1.000 MB/s. Pero habrá otros modelos más caros y por ende con más potencia. Estos rondarían los 2.500 MC/s a los 3.500 MB/s.

A pesar de estos detalles, las unidades de SSD ofrecen mejores perspectivas que los discos duros. Estos poseen partes mecánicas mientras que los SSD no. Los SSD acceden a la información que tiene guardada en sus chips. Otra diferencia importante son las velocidades alcanzadas. En los discos duros eran de 150 MB/s, algo infinitamente bajo en comparación con los 2.000 MB/s y 1.000 MB/s.

Los tiempos de acceso a los datos también se ven beneficiados, ya que con un SSD son mucho más cortos, lo que se traduce en un mayor rendimiento. Y este detalle ha sido tomado en cuenta tanto por Sony como por Microsoft, que han desarrollado sus títulos con base a estas nuevas velocidades de lectura.

No podrás jugar ningún título de nueva generación sin ayuda de un SSD, pues es el eje central de la consola y lo que permite soportar la densidad de estos títulos. Aún así, los discos duros continuarán un tiempo más allí, ya que no será fácil eliminarlos. Pero solos tampoco aprovechan al máximo el rendimiento de los SSDs NVMe, porque los haría sumamente lentos.

Los SSD dan inicio a una nueva era en videojuegos. Pero un SSD con alto gigabyte tienen un costo elevado y quien tenga un presupuesto ajustado no podrá acceder a él. Estos optan por combinar un disco duro con un SSD de 120 GB, pero esto sería para determinados juegos. Para otros títulos será necesario un SSD de alto rendimiento con protocolo NVMe.

Solo el tiempo dirá la necesidad de almacenamiento

Ahora bien, más allá del marketing publicitario de ambas consolas, solo un hecho es cierto: su uso aún no ha sido masivo en el mercado y son unidades herméticas. Esto significa que sus detalles técnicos internos son aún un secreto.

Ambas consolas solo han dado datos específicos que resultan muy atractivos para los compradores. La Xbox Series X/S habló sobre Xbox Velocity Architecture mientras que Sony fue más amplio en su información. Aún así, no se sabe nada en concreto sobre los SSD de las consolas de forma real y oficial. Salvo, por supuesto, que ambas consolas utilizarán SSDs NVMe personalizados. La ampliación de almacenamiento en ambas consolas será diferente.

Estas unidades tendrán que perfeccionarse a futuro para poder dar cabida a juegos de alta densidad como los AAA. Los desarrolladores están conscientes de esto y sin duda están trabajando en ello con ahínco. Las exigencias de los títulos actuales y a futuro así lo demandarán.

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