El portentoso monolito negro de Microsoft, la Xbox Series X, ha anunciado su llegada oficial al mercado a partir del próximo 22 de septiembre.

Con más de un año de anticipación y numerosas noticias alrededor de su desarrollo, contenidos, capacidades y juegos que tendrá disponible, la nueva generación de la familia Xbox ya mostró todas sus cartas.

Aunque sus ventas oficiales se darán a partir del 10 de noviembre, es la fecha del 22 de septiembre la clave de este asunto, al iniciar las reservas oficiales para los usuarios. Confirmando su precio en 499 dólares y presentando, además, a su hermana pequeña, la Series S, por 299 dólares.

Con el conocimiento pleno de cuanto se va a gastar en promedio y la posibilidad de saber en cuanto tiempo va a llegar, ¿vale la pena hacer la preorden de la Xbox Series X? Analicemos varios escenarios.

Mente positiva

El público gamer que ha estado esperando por todo este año el conocer finalmente a la nueva generación de consolas ya puede ver su espera finalmente recompensada. La prometedora consola de Microsoft está a punto de derribar las puertas de la industria.

A pesar de las proclamas de mantener su soporte, la realidad es que es muy probable que este estreno aniquile definitivamente a la Xbox One. Hasta la fecha, sigue estando en costos más altos que la Series S y, con una inversión extra razonable, un usuario bien podría saltar completamente a la Series X.

Con el sistema Smart Delivery y Xbox Game Pass operando, la consola no va a estar desprovista de juegos establecidos al llegar, por lo que los usuarios no tendrán un adorno inútil a su disposición sino una consola funcional de alta gama.

Es este el principal factor que tendrán en cuenta los fans al final del día. Con la Xbox Series X a su disposición antes de finalizar el año, estarían a la vanguardia del mundo gamer.

Realismo trágico

Es 2020. El año del COVID-19, tensiones sociopolíticas alrededor del mundo, catástrofes en todas las direcciones y con una terrible crisis económica en el horizonte.

Si bien los videojuegos representan la panacea que ha sanado las mentes de miles de personas, el acceder a un sistema de alto poder es una inversión que más de una persona se va a sentar a cuestionar.

El gaming es un entretenimiento de alto costo. Ya hemos comentado la tendencia de las compañías de esta industria de exprimir cada centavo de sus usuarios sin misericordia, y esta tendencia no se detiene.

Para entrar al ruedo de la nueva generación de Xbox se requiere una cantidad fuerte de dinero que se esté dispuesto a gastar para poder utilizar estos bienes de la mejor manera. No es solamente el precio base a considerar, sino los juegos y cualquier periférico potencial a tomar en cuenta.

Un jugador estándar llegaría, con solo comprar una Series X y dos juegos de alto presupuesto a gastarse más de 1.000 dólares, si se compran ediciones completas de los mismos, además de poner en la mesa servicios de suscripción y hasta micropagos internos. No es una suma para gastar alegremente para muchas personas.

Además, la historia ha demostrado que las primeras versiones de consolas…no suelen ser las mejores. Queda en manos de los usuarios, pero sean astutos en como gasten su dinero.

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