Nintendo tiene tanto tiempo formando parte de la vanguardia de la industria que es difícil imaginarla en momentos difíciles, los ha tenido pero ha pasado el mal trago con dignidad y siempre han sabido mantenerse a la altura. Quizás es por esto que a veces se nos olvida que desde que PlayStation apareció en nuestras vidas, Nintendo ha «perdido» 4 de 5 generaciones de consolas de escritorio desde entonces.
Wii U fue uno de los golpes más duros en la historia de Nintendo, la consola tiene menos una década de vida y es vista con mala cara por propios y extraños, sin embargo, las malas ventas de la GameCube no quedaron tan lejos pero se le ve con nostalgia y cariño. Esta vez hablaremos de la mítica consola púrpura, de su fracaso en ventas y de lo que significó para la industria y Nintendo en su momento.

La verdad es que la historia que definió el destino de esta consola comienza a finales de los 80, es una historia con muchos antecedentes, traiciones, dobles intenciones y muchas consecuencias, es la historia que ha definido al gaming desde hace bastante tiempo pero que, como es una historia que sigue contándose, es fácil perderse en su enorme hilo narrativo.
Falta de terceros
La GameCube se lanzó a finales del 2001 en Japón y América, llegaría a otros continentes de manera oficial en mayo del 2002 y llegaría con unos cuantos títulos de lanzamiento como Luigi’s Mansion, Star Wars Raiders y Super Smash Bros. Melee. Era una consola 100 dólares más barata que la Xbox y la PlayStation 2 que costaban US$ 300 y ofrecía gráficos y sonido de mejor calidad que el DVD de la competencia.
El formato de los juegos era físico y venía en el nuevo «Nintendo Optical Disk», que podíamos definir como un DVD más pequeño pero esto le quitaría toda el alma a la historia de la consola. El fracaso económico de la consola se debió sencillamente a que carecía de juegos de terceros, a día de hoy, se recuerdan algunos como Metal Gear Solid: Twin Snakes. el remake Metal Gear Solid 1, o Resident Evil remake y Resident Evil 4, no obstante, para la época, un puñado de third parties de calidad no eran suficientes.

Sobre todo cuando la competencia, principalmente Sony, se bañaba en la glorìa de los Final Fantasy, los nuevos Metal Gear, los GTA, el comienzo de los Call of Duty, etc. Y es que el Nintendo Optical Disk o NOD era un lastre para los desarrolladores. Era más rápido que un DVD pero ofrecía menos almacenamiento y no era un formato fácil de usar. Nintendo tuvo que cerrar tratos individualmente con las desarrolladoras que quisieron lanzar juegos en su consola, no era una buena consola si querías jugar los títulos más populares del momento.
El contrato roto más importante
¿Por qué el NOD entonces? se preguntarán, y es que este formato no era más que un escape de Nintendo al formato DVD que se erigía como el formato del presente y del futuro en la competencia. La gran N había cometido un grave error en la generación pasada al elegir el caballo perdedor, Phillips, en vez de Sony.
La compañía japonesa se había ofrecido en hacer todo el hardware de lo que sería la Nintendo 64, el trato se dio gracias a que en Sony habían desarrollado parte del hardware para la Super Nintendo y la cosa había salido bien. Sin embargo, antes de anunciar todo en la E3 de 1994, Nintendo rompió el contrato a espaldas de Sony y anunció que sería Phillips quien aportaría su grano de arena para el hardware de la N64. Este nuevo trato incluso derivó en tres juegos de Zelda desarrollados por Phillips que nadie considera canon.
Sony simplemente llevaría sus conceptos a una consola propia que luego conoceríamos como PlayStation y desbancaría a Nintendo como la ama y señora de la industria. Sony tenía la patente de los CDs así que relegó a Nintendo a los cartuchos, más difíciles de piratear pero con menos memoria y difíciles de distribuir. Así fue como la gran N perdió el apoyo de compañías como Capcom, Square Enix o Konami que estaban desarrollando títulos demasiado largos y no cabían en un cartucho.
Estas compañías crearon una gran fanbase en PlayStation, el siguiente paso era lanzar juegos aún más extensos y el DVD de PlayStation 2 era el paso lógico, mientras que el NOD de GameCube, aunque no tan obsoleto como los cartuchos, seguía siendo un paso lateral como mucho y el cubo de Nintendo perdió muchas ventas en este intercambio de innovación y comercialización.
Así es como una consola tan bien recordada por sus compradores como GameCube vendió un poco más de 20 millones en 7 años de vida, unos 5 millones por debajo de la debutante de Microsoft, Xbox, y muy detrás de los 150 millones de PlayStation 2. La GameCube había sido duramente castigada por el público y ni siquiera por sus propios errores sino los del pasado que la obligaron a aceptar un formato especial, quizá demasiado especial.
Juegos influyentes
Eso sí, la consola es bien recordada porque, aunque tenía pocos juegos, los que tenía eran de una calidad incuestionable. Casi todo el catálogo del cubo sentó precedentes importantes en la industria y en Nintendo. Super Mario Sunshine llegó casi un año después del lanzamiento de la consola y revoluciónó el género de las plataformas con su diseño 3D, Luigi’s Mansion le dio lugar al eterno segundo dentro de la mente de los jugadores y Resident Evil Remake fue el primer gran remake de Capcom, la razón del por qué ahora disfrutamos de Resident Evil 2 Remake, por ejemplo.
También hay que hablar de Super Smash Bros. Melee, el Smash más popular de la historia, destronado más por el tiempo que por Super Smash Bros. Ultimate. Sigue siendo un juego importante en la escena competitiva y definitivamente el más querido. También tenemos la llegada de Pikmin, Chibi Robo y Animal Crossing, franquicias que llegaron para quedarse y que, sobre todo Animal Crossing, ahora son vendeconsolas en toda regla.
Luego tenemos Mario Kart: Double Dash, Mario Party 6 y 7, Pokémon Colosseum y The Legend of Zelda: Wind Waker y Twilight Princess. Hablamos de títulos con grandes notas en todos los medios especializados, títulos que siguen presentes hoy día directamente o indirectamente gracias a los remakes o a la herencia de mecánicas. Sin ir muy lejos, Pokémon GO menciona personajes de Pokémon Colloseum, la GameCube estuvo llena de juegos influyentes.
La diferencia con el resto
A todo esto hay que agregar la conexión que había con la Game Boy Advance a través del Cable Link. Solo algunos juegos podían aprovechar tal cosa, pero fue una de las razones por las que muchos eligieron la GameCube, fue un sistema innovador que ha llegado a su punto más alto con la Switch que mezcla ambos conceptos desde su concepción.
A esto también hay que agregar la llegada de las Memory Card, la conexión a internet mediante accesorios adicionales y el control de GameCube, la muestra perfecta de lo que era GameCube para la industria: el primo raro. El control de la consola tenía todos los botones de anteriores generaciones en una distribución rara pero que terminaba por gustar, de hecho, Nintendo aún da soporte a los controles de GameCube con adaptadores y nuevos lanzamientos que mejoran la calidad de ensamblaje.
La transición más cara
La Nintendo GameCube fue una consola de transición para la gran N, un hardware excelente que pagó caro los errores de sus creadores al alejarse del formato más común de su tiempo. Es una decisión que Nintendo sigue pagando a día de hoy, aunque ahora la tecnología ha avanzando lo suficiente como para que los cartuchos sean otra vez relevantes sin limitar a los desarrolladores. Dicho esto, aunque la Switch está vendiendo bien, siguen perdiendo con Sony por mucho, todo por un mal trato con Phillips.
Nintendo dejaría de producir su consola en forma de cubo en 2007 en Japón y en 2009 en América, la consola cerró su ciclo vendiéndose cerca de 22 millones de veces y con más de 600 juegos en su catálogo. Desafortunadamente, la mayoría de estos, aunque muy buenos, eran todos de Nintendo, lo que nos deja con una consola sin casi apoyo de terceros y con la sensación de no estar dentro involucrada en los lanzamientos más relevantes de la generación.
Este fracaso llevaría a Nintendo a usar un formato más conocido con la Wii, algo que la pondría de nuevo en el mapa al vender más de 100 millones de consolas. No obstante, era solo un espejismo ya que la gran N siguió sin conseguir apoyo de third-parties, un mal que sufren sus consolas desde hace mucho tiempo y del que parece que va curándose con la Nintendo Switch.