Tanto Kingdom Hearts Union X como Dissidia Final Fantasy Opera Omnia y Mobius Final Fantasy tendrán que ser retirados del mercado belga por las regulaciones que están siendo impuestas por la Comisión de Apuestas de ese país. Ya les comentamos como Bélgica dio su aviso en abril y como varias compañías como EA y 2K han ido cediendo de a poco, ya sea compartiendo las posibilidades reales de conseguir contenido de valor en sus cajas de botín o simplemente retirando la mecánica como lo hicieron los juegos de Blizzard.
En el caso de Square Enix han decidido sacar el juego del mercado de raíz, los usuarios belgas de estos juegos no podrán jugar a estos juegos o descargarlos en pocos días. Mobius Final Fantasy dejará de estar disponible el 30 de noviembre de diciembre, todo el dinero de la moneda del juegos se perderá aunque se haya pagado con dinero real. Lo mismo para Kingdom Hearts Union X que dejará de estarlo el 6 de diciembre y Dissidia Final Fantasy Opera Omnia que estará vivo en Bélgica hasta el 19 de diciembre.
Pueden ver sus comunicados oficiales para cada juego siguiendo los enlaces de Kingdom Hearts Union X, Dissidia Final Fantasy Opera Omnia y Mobius Final Fantasy
Nuevamente esto llama la atención sobre la polémica de este tipo de juegos que muestran su cara más fea en estos momentos, si eres un jugador belga te quedarás sin juegos y sin tu dinero invertido, ni siquiera un reembolso ha sido procesado. Por otra parte, estas compañías prefieren simplemente renunciar a sus jugadores antes que lidiar con un tema problemático y dañino como lo son las cajas de botín y elementos relacionados con las apuestas en menores de edad.
La Comisión de Apuestas belga señala un problema con estos elementos y más cuando están ligados a menores de edad. Sin embargo, en vez de volver a desarrollar un modelo económico que no sea nocivo, Square Enix prefiere seguir usándolo en países donde las Comisiones de apuestas trabajan más lento o estás trabadas en procesos burocráticos. Esperemos que este sea solo el primer paso para llamar la atención sobre este modelo de negocio basado en la adicción y las debilidades humanas.
Queda por ver qué pasará con el resto de compañías, lo ideal sería que, al igual que los cigarrillos y el alcohol, tengan que advertir a su audiencia del potencial adictivo de sus servicios antes de cada compra.